Rebote de otro universo
Y
es aquí precisamente donde encajan las dos investigaciones hechas
públicas esta misma semana. Penrose, por su parte, analizando los datos
del satélite WMAP
(que mide la radiación de microondas que permea el universo entero, los
rescoldos del calor del Big Bang), ha encontrado una serie de patrones
de distribución (en forma de círculos concéntricos) que podrían
explicarse como "atisbos" de otros universos acaecidos antes del Big
Bang. Lo cual supondría que el universo que conocemos no es más que una etapa, o rebote, de un universo mucho más viejo que crece y se contrae cíclicamente,
surgiendo una y otra vez de múltiples Big Bang. Nosotros estaríamos en
medio de una de esas etapas o "eones". Pero en un futuro lejano, el
universo volverá, de alguna manera, a tener las condiciones que hicieron
posible el Big Bang. Según el físico británico, en esos momentos la
geometría del universo será "muy suave" y lineal.
Algo
que es tremendamente consistente con el segundo de los estudios
publicados esta semana. En efecto, Marinoni y Buzzi han conseguido
demostrar, midiendo la distorsión de la luz que nos llega de 500 parejas
de galaxias lejanas, que vivimos en un universo plano, y no en uno curvo o incluso esférico,
como muchos pensaban. Si ambos están en lo cierto, podríamos estar a
punto de desvelar algunas de las cuestiones fundamentales que la
Humanidad viene planteándose desde que el rimer hombre alzó la vista
hacia el cielo nocturno y se preguntó por lo que estaba viendo.
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